SINOPSIS
Clarence
Hadaway, inspector especial del FBI, recibe la visita de un hombrecillo que se
presenta como Millard Watts. La intención del sujeto es, sencillamente,
chantajear al “G-man”. Watts pretende “venderle” a Hadaway diecisiete vidas
humanas, las de cinco agentes federales y sus familias. Si Hadaway no acepta el
trato, esos “G-men” y sus esposas e hijos serán asesinados inmediatamente. Para
salvar esas vidas, Clarence Hadaway sólo
debe hacer una cosa: matar a Jake Chabers, un espía enemigo que el FBI tiene
detenido en su Delegación de Miami, Florida. A fin de que el “G-man” esté bajo
vigilancia en todo momento, le acompañará Lissa Dalles, una hermosa integrante
del grupo de Watts. En vista de la situación, Hadaway no tiene otro remedio que
seguirles la corriente a Watts y sus cómplices, aunque, eso sí, tratando de
ganar tiempo para intentar desbaratar sus siniestros planes y salvar las vidas
de los cinco “G-men” y sus familiares.
COMENTARIO
El
personaje de Clarence Hadaway es una de las grandes creaciones del MaestroCarrigan.
Este abnegado agente del FBI protagonizó un buen puñado de novelas, llegando a
coincidir en alguna aventura con la sin par Brigitte “Baby” Monfort, la mortífera
agente de la CIA a la que le une una buena amistad. Hadaway es el prototipo del
héroe masculino “carriganiano” por excelencia, un hombre de una pieza, un tipo
duro de los de antes a quien, no sé por qué, siempre me imagino con el porte y las facciones de ese
gran actor norteamericano que fue Dana Andrews.
En
PERMISO PARA MATAR Hadaway debe hacer frente a una situación tancompleja como
desesperada, y ha de hacerlo solo, pues al hallarse bajo la atenta vigilancia
de Lissa Dalles no puede ni soñar con poner a sus compañeros al tanto del
asunto. Así las cosas, nuestro héroe tendrá que ingeniárselas para urdir, sobre la marcha, un desesperado plan de acción que le ofrezca
alguna posibilidad, por remota que sea, de frustrar los planes de Watts y su
gente.
Este
título es, posiblemente, uno de los mejores protagonizados por Clarence
Hadaway, un relato absorbente, que
mantiene el suspense hasta la última página y que, como casi todos los
del Maestro barcelonés, contiene unos espectaculares y hábilmente descritos pasajes
de acción. Como creo haber comentado ya en otras ocasiones, la narrativa de
Carrigan se caracteriza por un estilo descriptivo casi cinematográfico, gracias
al cual sus obras se leen de un tirón, pues, como en el caso de la novela que
nos ocupa, los acontecimientos se suceden tan vertiginosamente que resulta
imposible abandonar la lectura.
El
ejemplar que poseo, en bastante buen estado de conservación por cierto, fuepublicado
por Bruguera en octubre de 1975 en su estupenda colección “La Huella”, siendo
el nº 51 de la misma. El precio de venta al público era de 18 pesetas.
Pero se trataba de una reedición, ya que PERMISO PARA MATAR se editó por primera vez en diciembre de 1966
en Editorial Rollán, apareciendo como el nº 29 de la también popularísima serie
“Agente Federal”. En cuanto al precio de esta primera edición, fue de 10
pesetas, dos hermosos “duros” de la época.
La
edición de Bruguera me parece mucho más atractiva, ya que “La Huella” contó con
un original, elegante y llamativo diseño
de cubierta. La portada que dibujó Fabá para este volumen está mucho más
lograda que la empleada en su día por Rollán, aunque la ilustración de
contracubierta de “Agente Federal” era fantástica. Como curiosidad, cabe
mencionar que, como se aprecia en una de las imágenes que acompañan esta
reseña, Rollán tenía la costumbre de añadir en sus bolsilibros un supuesto
“título original en inglés”, con la “sana” intención de convencer al lector de
que sus publicaciones eran traducciones al castellano de las obras de
“prestigiosos” autores extranjeros, presumiblemente estadounidenses. Penosa
estratagema ésta que no impidió a los lectores adivinar que, bajo aquellos
nombres de tan marcada resonancia anglosajona,
se ocultaban un puñado de notables escritores españoles.
PERMISO
PARA MATAR es otra de las pequeñas grandes obras policiales del mejor
especialista en el género en lengua española, el inimitable e insuperable Lou
Carrigan, Antonio Vera Ramírez. Si tenéis ocasión de leerla, no la dejéis
pasar. Vale la pena.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario